Saturday, April 15, 2006

He tenido algo de trabajo...

"Why do fireflies die so young?"

--Grave of the Fireflies by Akiyuki Nosaka

Aquí va un fragmento de una traducción que me pidieron. Definitivamente fue algo nuevo para mí, ya que no sabía nada de odontología. Sin embargo, debo decir que aprendí mucho y me quedó muy bien......según palabras del cliente...

"Filtración apical de conductos obturados y preparados con el láser Er: YAG"

El presente estudio evalúa el grado de filtración apical in vitro después de que el conducto radicular fuera preparado con radiaciones del láser Er: YAG antes de la obturación. Se dividieron 24 dientes uniradiculares en dos grupos de 12. Un grupo sirvió de control, cuyos conductos radiculares se prepararon de manera convencional con limas K calibre 50. Al otro grupo se le preparó con radiaciones del láser Er:YAG en parámetros de 2Hz y una energía de impulso de 170 a 230 mJ. Después de la obturación, los dientes fueron sumergidos durante 24 horas en un termo con 0.6% de rodamina, se bisegmentaron longitudinalmente, y se observaron a través de un esteroscopio y un microscopio de escaneo electrónico. El grado de filtración apical en un stop apical
[1] fue medido y se llevaron acabo análisis estadísticos. El grado de filtración apical de los dientes preparados por láser no fue tan significativamente menor comparado con el de los dientes del grupo de control (p> 0.01). Estudios morfológicos mostraron que el contacto entre las paredes del conducto radicular y los materiales obturados fue hermético en ambos casos, pero las paredes del conducto que se preparó con láser presentaron rasposidad e irregularidades. Estos resultados prueban que la preparación por láser del conducto radicular no afecta la filtración apical post-obturación comparado con la filtración en conductos que se prepararon con el método convencional.
Desde que Maiman (1) desarrolló el láser rubí, se han estudiado varios lásers respecto a sus aplicaciones odontológicas (2). De estos, a los lásers argón, Nd: YAG, y Er: YAG se les ha usado ampliamente. El láser Er: YAG, en particular, es muy efectivo para remover residuos y frotis (3).
La filtración apical permite que los organismos invadan los tejidos periradiculares y afecta la prognosis de los dientes obturados. Uno de los objetivos fundamentales del tratamiento del conducto radicular es el de limpiar los conductos lo más perfectamente posible para eliminar residuos de tejidos y microorganismos, de tal forma que la obturación no presente filtraciones. Los instrumentos endodónticos producen residuos orgánicos y minerales que no pueden removerse por completo de los conductos radiculares (4). Los químicos irrigantes se recomiendan en conjunción con instrumentación mecánica para disolver los residuos. El hipoclorito de sodio (NaOCI) remueve de manera efectiva los residuos superficiales de los conductos así como los residuos pulpares orgánicos y la predentina de las áreas no trabajadas de los conductos radiculares, pero el NaOCI es incapaz de remover la frotis por completo. La frotis es responsable de la filtración entre las paredes del conducto y los materiales de empaste y debiera ser removida antes de rellenar (6). Sin embargo, sólo unos cuántos reportes han mencionado la existencia de filtración apical usando el método de penetración de tinta después del tratamiento por láser y la obturación (7-9), y aún no se ha informado que haya filtración apical después de preparar el conducto con el láser Er: YAG.
El propósito de este estudio era evaluar el grado de filtración apical después de preparar el conducto con radiación del láser Er: YAG y la obturación usando gutapercha termoplastizada y sellador, y también para hacer un estudio morfológico de los contactos entre las paredes del conducto radicular y los materiales obturados in vitro.

Materiales y Métodos

Se examinaron 24 dientes uniradiculares extraídos de pacientes sin signos clínicos de caries. Después de la extracción, los dientes fueron sumergidos en 10% de formalina neutra y almacenados en agua destilada hasta su utilización. Se les tomó una radiografía para confirmar la ausencia de una anatomía compleja del conducto radicular después de remover con un disco de diamante las coronas al nivel de la unión esmalte-cemento. Se insertó una lima K calibre 15 dentro del conducto radicular hasta que el nivel visible llegó al foramen apical. La longitud del tramo trabajado en cada conducto se estableció en un 1.0 mm cerca del foramen apical. Los orificios del conducto fueron ensanchados con fresas Gates-Glidden (Mani, Takanezawa, Japón). Los dientes fueron divididos en dos grupos de 12. El grupo 1 sirvió de control. No se usó el láser, y los dientes se instrumentaron usando la técnica convencional (10) con una lima K calibre 50. Los conductos radiculares se irrigaron alternativamente con 3 ml de NaOCI al 5.25% y peróxido de hidrógeno (H2O2). Los dientes del grupo 2 se prepararon con el láser Er: YAG (Laser Key 1242, KaVo dental GmbH, Jena, Alemania), a una longitud de onda de 2.94 µm y unos parámetros establecidos a 2 Hz y una energía de impulso de 500mJ usando unos filamentos de fibra óptica con los siguientes diámetros: 0.285 (A), 0.375 (B), y =.470 mm (C) (11). Las energías de impulso fueron de 170mJ en el filamento A, 210 mJ en el B, y de 230 mJ en el filamento C. Los filamentos de de la fibra empezando por el A fueron introducidos en cada conductor radicular desde el orifico hasta la distancia trabajada, y se movió de manera paralela a la pared del conducto radicular con un ligero movimiento vertical. Después de que el filamento A alcanzó la distancia trabajada, los filamentos fueron aplicados a cada diente en orden ascendente de diámetro. Durante la radiación del láser, se humedecían los conductos radiculares con agua en spray.
Después de la preparación, se secaron los conductos radiculares con puntas de papel, luego se obturaron con gutapercha termoplastizada (Obturación Guta NT, Yoshida, Tokio, Japón), y sellador (Conductos N, Showa Yakuhin Kako Co. Ltd., Tokio, Japón) siguiendo las instrucciones del fabricante. Luego, se llenaron las cavidades de acceso con cemento de fosfato de zinc (Cemento Elite, GC, Tokio, Japón). Se cubrieron los dientes con barniz de uñas con excepción de las zonas apicales, y fueron sumergidas en un termo con 0.6% de rodamina B (Mutoquímica Co. Tokio, Japón). El aire fue evacuado con una bomba neumática a una presión absoluta de 150 torr, y esta bomba se mantuvo a temperatura ambiente por 24 horas. Después de lavar los dientes con agua destilada, fueron bisegmentados longitudinalmente con un Isomet (Buehler, Lago Bluff, IL) y observados a través de un esteroscopio (SMZ-10, Nikon, Tokio, Japón).
El grado de filtración apical fue medido por un técnico que no tenía conocimiento de la verdadera naturaleza y propósito de estos experimentos. Así, el fallo respecto al grado de filtración fue imparcial. Se calcularon las desviaciones promedio y estándar (DS) de cada grupo. Entre los dos grupos, el análisis estadístico de la filtración apical se llevó a cabo usando la prueba U de Mann-Whitney, y el valor de p<0.01 se consideró como significativo.
Para investigar el contacto y la adaptación entre las paredes del conducto radicular y los materiales obturados a una ampliación mayor, las secciones fueron deshidratadas en una serie gradada de etanol (al 70, 80, 90, y 100%). Secadas a un punto crítico, se barnizaron con plantino y se observaron bajo un microscopio de escaneo electrónico (SEM) (JSM-T220A, JEOL, Tokio, Japón) a 20kV.
[1] es decir, que frene el material de obturación, escalón apical...

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