Hablemos de Progreso

"Why do fireflies die so young?"

--Grave of the Fireflies by Akiyuki Nosaka


(primera parte) No Estimado Sr. Presidente:

No he podido dejar de sorprenderme cuando lo escucho hablar de "progreso" u "oportunidades." Y yo me pregunto ¿Progreso para quién? toda su politica tanto interior como exterior se ha limitado a continuar con el proyecto salinista de apertura del mercado national. ¿Y el cambio? claro que hay y ha habido un cambio, pero negativo. ¿Quién dijo que todo cambio es bueno? Mientras que los obreros mexicanos ganan cada vez menos, los profesionistas pierden sus empleos, los egresados con estudios de licenciatura y posgrado no consiguen trabajo (por estar sobre-calificados), y no hay apoyo real a la iniciativo y empresas mexicanas, usted habla de "competitividad económica."
Usted afirma que al abrir nuestro mercado a las grandes trasnacionales extranjeras obtendremos grandes beneficios y la oportunidad de competir y crecer con ellas y en ellas. No se haga el ingenuo. ¿Cómo pretende que nuestra raquítica infraestructura comercial compita con grandes monopolios que recaudan el triple de su sueldo? ¿Cómo no sucumbir ante ellas debido a su indiferencia para con los pequeños y medianos empresarios? Un ejemplo claro, el refresco Big cola ante la Coca Cola. Y porsupuesto, los impuestos que "diplomaticamente" se les condona a las companias extranjeras para que "nos hagan el favor de invertir en Mexico" los tenemos que pagar los nacionales, los empresarios que por derecho natural deberíamos tener espacios y oportunidades más cómodos para invertir y trabajar.
La población mexicana es consumidora, tierra fértil para cualquier comerciante. No tenemos la necesidad de rogarles a empresas extranjeras que nos vendan sus productos, los cuales, la mayoría de ellos, no son de primera necesidad. Con esto no quiero decir que les cerremos las puertas a los extranjeros, pues reconozco la importancia de intercambiar bienes y servicios entre países. Sin embargo, hay que ser lo suficientemente prudentes y observadores para decidir cuándo abrir las puertas de la economía de una nación. De lo contrario, la población se convierte en la mano de obra barata, en los sirvientes de los grandes monopolios.......(continuará)