Estoy un poco de regreso...
"Why do fireflies die so young?"
--Grave of the Fireflies by Akiyuki Nosaka
He tenido un encuentro con dios...lo que sea que esto signifique....he estado revisando mi fe y mi falta de fe, precisamente en esta semana "santa". Llegué a algunas conclusiones de importancia para mí, y sobre todo, me desencanté de ciertas ideas inculcadas por mi madre y la sociedad. Sin embargo, me siento cada vez más cerca de ese enigma llamado dios, dioses, salvadores, etc. Dios existe y está en el aire, está en mi...dios es lo que yo quiera que sea, pero siempre será una fuerza superior a la mía, un primer intento, el principio del mundo, un big bang....
Pero la vida no se me ha ido en contempaciones. He estado trabajando en una revista de corte turístico, me encargo de una sección de oficios. Es una cosa hermosa: conocer gente, saber y a prender de ellos, tener una visión del mundo más terrenal, más "down to earth". A veces siento que la comunidad elitista de la escuela nos hecha a perder como personas: sólo saben relacionarse entre ellos, entre miembros del gremio. Mi problema: no sé relacionarme con la gente de mi gremio. Bueno, no es que no sepa, es que no estoy muy segura de que eso sea lo mejor para mi. A veces siento que la energía de esa comunidad les absorbe el alma hasta el grado de dejarlos con una mirada vacía...sabia pero vacía. Quizá soy yo la del problema....quizá alucino demasiado y vivo fuera de este mundo práctico y material del que mis propios padres me han protegido...no lo sé.
Hace poco participé en una reunión de alumnos y me pareció que las únicas que sonreíamos con verdadera alegría y emoción éramos la coordinadora y yo...demasiada aprehensión para participar en una charla informal....a veces siento que no encajo por ser extremadamente común. Me gusta lo común, lo verdadero. Y tengo la sospecha de que esa manera de pensar me va a llevar al fracaso...o por lo menos a un aislamiento nada saludable. En fin, espero no recapacitar demasiado tarde.
Por otra parte, quiero decirles que extraño a mis compañeros de la agencia de noticias....ojalá pueda ir pronto a verlos....mi visita se ha demorado con mis actividades: estoy impartiendo un curso de comprensión de lectura en inglés, lo de la revista, me inscribí a un curso de expresión oral (empieza este lunes en la Fac. de Ciencias) y hago otras actividades extra para mi papá y proyectos personales...por cierto, a Mr. W le espera una sorpresa. Espero le guste.
Aquí les pongo la entrevista con Joaquín Moreno (bastante guapo, por cierto), ex futbolista del Cruz Azul, que fue publicada en la revista "M...........":
Era el año de 1984 y sólo contaba con 11 años, y al igual que muchos otros niños, heredó la pasión por un deporte que ha marcado la vida del mexicano. La Ciudad Nezahualcoyotl (D.F) lo vio nacer y crecer, lleno de inquietudes, carencias, y deseos de superación. “¿Es usted Joaquín Moreno?” Titubeé al verlo por primera vez en persona. Una randiante y cálida sonrisa me dio la respuesta.
Empezamos a platicar sobre sus inicios en el futbol: “desde chico siempre jugábamos en el barrio, en el llano como se le nombra. Posteriormente entraba de balonero al estadio de Neza, cuando el Neza todavía estaba en primera división. Posteriormente se me fue abriendo el camino. Un profesor del IMSS, Guillermo Hernández, fue quien nos empezó a observar. Él tuvo contacto aquí con Cruz Azul y de ahí fue surgiendo poco a poco hasta que cumplí 16 años y vine a probarme. Para entonces ya tenía cierto trayecto, y cierta experiencia. Entré en un buen momento de mi edad, la edad que se requiere para empezar a aspirar a ser un buen jugador profesional.” Sin embargo, no todo era juego, y sacar adelante la escuela mientras se entrena al 100% no fue fácil: “había ocasiones en que no me daba tiempo de comer. Me levantaba 6 o 7 de la mañana y venía a veces comiendo, desayunando y cenando a la misma hora, a las 11 de la noche. Cuando entré a fuerzas básicas entrenaba en las tardes, estudiaba de 7 a 1 o 2 de la tarde y salía corriendo para llegar al entrenamiento que era a las cuatro de la tarde, el cual podía terminar a las seis o siete.” Desde joven mostró un carácter firme, disciplinado, y una gran determinación por conseguir sus objetivos: “cuando empecé tenía necesidades—yo creo que como muchos—y era complicado también por el hecho de trasladarme desde allá hasta acá [la Noria]. Era un trayecto de como 1 hora y media o 2 horas en camión y en pesero. Pero los fines de semana trabajaba a veces de cerillo, o de alguna otra situación que saliera para ganarme cierta cantidad de dinero para mis pasajes y venir.” Mi admiración creció.
Apostarle todo al futbol sería un error, pues ¿qué pasaría si no resultaba seleccionado? Y dejarlo tampoco era una opción, por lo cual se encontró en una encrucijada cuando terminó la carrera de Ingeniería Industrial en el Politécnico. “Justo coincidió que yo termino mi carrera y en ese año empiezo a ser titular en primera división. Me dieron la oportunidad de poder iniciar los partidos, y yo sabía que esa oportunidad no la podía dejar ir.” Y a pesar de haber sido campeón en el ’97, tiene la inquietud de poderse titular.
Los entrenadores…con una trayectoria tan grande es difícil contarlos…cómo olvidar a Pepe Monsevaez quien “me enseñó muchas cosas, tanto en disciplina como en la cuestión futbolística”; un Mario Carrillo “con quien tuve la fortuna de trabajar, y tiene un estilo de jugar que me gusta”; o Luis Fernando Tena “quien me dio la oportunidad primero de jugar, y también me identifiqué mucho con su persona fuera de la cancha. Parte de eso me hizo orientarme hacia donde yo tenía que irme.” Erika G.
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