Advirtiendo cambios

"Porque nadie es perfecto....
quiero ser excepcional"
--Erika G.

Hola. Estoy retomando el control de una página personal muy querida pero igualmente abandonada....esto refleja mi vida. Mi vida la abandoné un 4 de septiembre, cuando decidí embarcarme hacia las islas de la Corrección de estilo en cierta institución. Siete meses fueron suficientes para valorar MI VIDA. Siete meses de nostalgia por los atardeceres de la Universidad, siete meses sin luz directa del sol, sin paseos por los jardines, sin sembrar nada en mi jardín, sin cuidar de los colibríes que revolotean en amorosas danzas, sin el beso de mi madre a la hora de comer, sin la charla de mi hermana, sin el abrazo sublime de mi hermano, sin leer poesía; siete meses enclaustrada en cuatro paredes, viendo los atardeceres detrás de la reja de una escalera de emergencia, entre el polvo de los archiveros y la risa histérica de otros yo; con la mano entumecida de puntos y comas; con la creatividad hirviendo en los dedos, supurando sangre; sin ganas de comer, sin ganas de pensar en lo impensable.....sin estar consciente de mí misma, sin besar los ojos de mi caballero andante....

Al octavo mes....levanto las piezas de este rompecabezas que, por descuido mío, se cayó, revolviendo todas las imágenes......hoy las pongo en orden. Hoy sé quién soy.....más sensible, más franca, más segura de sí, más de todo...tal vez, incluso, más tonta, ¡pero más feliz!

Hoy no pienso...ni siquiera en encontrar "algo qué hacer". Como siempre, irónicamente, escapaba de la vida con mil y un ocupaciones....eso se acabó. La adicción al "estoy ocupada" es una etiqueta que no volverán a leer mis amigos, mi familia, mis amores. Haré una cosa, tal vez UNA, pero estará bien hecha y me hará feliz. Y...esa UNA será VIVIR. Ya no más ocupaciones de 9 a 9, de todos los días, sin parar, sin vacaciones, sin nada de nada. Ya no haré vizcos por las tardes de humedad serena, saciaré mi sed de jugar el juego del poeta, de soñar los sueños del soñador, de terminar lo que he pospuesto por posponer otras cosas. Pospongo el egoísmo, apartir de ahora, tocaré los timbres de las casas como cuando era niña y abrazaré a mis amigos ---hombres, mujeres--- a pesar del qué dirán y las miradas largas del amargado. ¡Estoy preparada para el triunfo en el fracaso!

Reiré en la angustia y saciaré mi hambre de charlas y café con el regocijo de tenerlos, a ustedes, ante mí, reunidos...ya sea mientras me leen o los escuche, mientras escribo mi vida que se escapa fugitiva de la vejez que avanza lento pero a paso largo sobre el órgano que le da forma esta persona que se mira al espejo y, aún, todavía aun, se asombra de sí misma.

Gracias a ti, mi correctora estrella, por el apoyo, por tu sonrisa, tu calma y sinceridad. Me ayudaste a darme cuenta antes de que suicidara a este ser que soy yo.