Ebrard Vs. Calderón (primer round)

"Porque nadie es perfecto....
quiero ser excepcional"
--Erika G.

El presidente de la Republica está muy interesado en los problemas de la ciudad de México. En lugar de informar sus actividades y acciones, así como sus objetivos, considera que es más importante señalar los problemas que enfrenta el Distrito Federal y lo que está pendiente en la agenda de Mr. Ebrard. Sin embargo, como ciudadana mexicana me pregunto: ¿Acaso no debiera preocuparse también por lo que “no sucede” o “se deja de hacer” en otros Estados de la República? ¿No debiera también informarnos de lo que está pendiente en su agenda de actividades? ¿No tiene la obligación de comunicarse de manera más frecuente y directa con el pueblo de México? Hasta el mismísimo Vicente Fox, con todos sus errores y falta de experiencia política, tenía mayor comunicación con los gobernados, es decir, la gente que le dio el poder. ¿De qué privilegio goza este presidente del mutismo político? ¿Acaso sólo sabe criticar o simplemente considera que no tiene algo relevante qué decirle a los ciudadanos? ¿Sus acciones se limitan a contrarrestar el narcotráfico y a impulsar reformas hacendarias? Si al Presidente Calderón le interesaba particularmente corregir o atender los problemas del Distrito Federal, cometió un error grave al postularse a la presidencia, debió competir por el puesto de Jefe de Gobierno del D.F.
Ahora así que…zapatero a sus zapatos: a atender las necesidades de TODOS los mexicanos y no solamente de cierto sector o zona geográfica.

Y por cierto, ¿por qué no comenta sobre el amparo otorgado a Echeverría, un amparo que cualquier persona con un poquito de sentido común consideraría una burla a la impartición de justicia, de las instituciones y la aplicación de las leyes? Echeverría es responsable por el simple hecho de permitir que sucediera la masacre de 1968, es responsable por callar, por otorgar y por complicidad. Incluso, en el remoto hecho de que no se hubiera enterado de la famosa “guerra sucia”, es responsable por negligencia. El Presidente y el Secretario de Gobernación deben estar al pendiente de lo que sucede en el país, porque ése es su trabajo, para eso se les paga. Alegar demencia puede resultar una buena salida legal, pero las autoridades, incluso el Presidente, no pueden cerrar los ojos ante abominables hechos. También hay criminales de cuello blanco.