Friday, May 07, 2004

Asuntos internos de dominio externo

"No hay esperanza para los que son como tú"

--Erika G.

'Chile no es una Sociedad Anónima'
Entrevista de Juan Pablo Cárdenas Squella.
Publicado el 7/04/04
Radio Universidad de Chile

El ex canciller critica el estado de las relaciones internacionales del gobierno de Ricardo Lagos, donde se han privilegiado exclusivamente los acuerdos comerciales. Por ende, asegura se han desechado los buenos vínculos con los países de la región. Además, cree que Chile no debe condenar a Cuba en Naciones Unidas, porque es el propio Estados Unidos el causante de muchos problemas en la isla.


Adaptación por Cristián Cabalín



El senador DC y ex ministro de Relaciones Exteriores, Gabriel Valdés, conoce bien las relaciones internacionales de Chile con el resto de América Latina. Observa un deterioro progresivo de los vínculos con la región, privilegiando sólo acuerdos comerciales. Sostiene que el rol de nuestro país debe ser activo frente a las crisis internas de varios países, para buscar la integración, la solidaridad y el respeto del resto de las naciones del continente.



- ¿Cuál es el nivel de nuestras relaciones diplomáticas? Tenemos problemas con Perú, Bolivia y ahora con Argentina...
- La realidad de las relaciones internacionales de Chile no es de las mejores. No es el mejor momento de América Latina, no sólo para Chile. Hay un rompimiento de la línea de integración que habíamos seguido. Las crisis sociales en varios países impiden mejorar los lazos. La integración con la globalización genera una contradicción constante entre los esfuerzos globalizantes que vienen por razones tecnológicas, económicas o financieras, pues nuestros países están dominados por poderes extranjeros. En estas condiciones, América Latina está sufriendo mucho y ese sufrimiento en vez de unirnos, nos ha separado. Recuerdo que cuando era ministro de Relaciones Exteriores, el grado de confianza en América Latina desde México hacia abajo producía una comunión generosa. Había problemas históricos, pero hoy los países están segregados y me preocupa que Chile –considerado por algunos, con envidia, el mejor país de América del Sur- no ha cuidado su imagen. Aparecemos vanidosos, farsantes, despreocupados del barrio. Hace un tiempo se dijo que había que irse de América Latina. Creo que esa es la barbaridad más grande que yo he oído en materia internacional, la suficiencia de algún economista que decía que el se iba de América Latina.



- Bueno, Joaquín Lavín dijo en una oportunidad que Chile era un país grande en un mal barrio...
- Esas cosas se pagan, porque uno tiene que andar por el barrio, vive en el barrio. Un problema con Perú incómodo es más importante que un acuerdo de libre comercio. Este asunto de Bolivia también es incómodo, porque frente a los ojos del mundo aparecemos como un país que tiene tantos kilómetros de costa y no da nada a un país vecino que se queja. La imagen no es buena. Los argumentos con los cuales Chile se defiende son buenos, tenemos tratados. Pero defenderse sólo con ellos es como decir “yo levanto un muro en mi casa y los vecinos me dicen salga a la calle a conversar”. Respecto a Argentina, se ha producido algo insólito que no esperábamos. La relación con Argentina desde el gobierno del presidente Patricio Aylwin ha sido estupenda, desde ese momento ha ido creciendo una fluida relación política, económica y cultural. La inversión chilena en Argentina es enorme, la relación entre los mandatarios era muy buena. Pero ahora, Argentina con su crisis por un mal manejo político y económico. Es una crisis profunda, pero insólita. Siendo un país rico en América Latina, un país casi desarrollado, no paga sus deudas, no ha pagado nada, entonces no cumplen ningún acuerdo de ninguna especie. Además, no puede pagar las cuentas, no tiene dinero. Tenían una moneda igual al dólar ahora es un cuarto. La cantidad de dinero argentino depositado por los privados en el extranjero es igual al total de la deuda. Es un país que perdió la fe en sí mismo, sufrió una crisis severa, que a nosotros nos preocupa mucho, no es una reacción de satisfacción para nosotros. Para Chile lo ideal es que Argentina sea un país fuerte, rico y poderoso, con el cual hacer negocios e integrarnos. Esta crisis ha significado para Chile, por ejemplo, que con la devaluación, ellos exporten mucho más de lo que nosotros exportamos para allá. Se ha desequilibrado la relación. Yo comprendo los esfuerzos del Presidente Néstor Kirchner para mejorar la situación, para ir arreglando a su clase media, para mejorar su inversión. Pero en ese cuadro se debían mantener las buenas relaciones con Chile que habíamos logrado, pero se olvidaron que nuestro país es un socio, que no es un inversionista extranjero cualquiera. La forma con la cual han actuado no es equitativa, ellos arreglan su situación interna con el gas y nosotros pagamos las consecuencias. No hay fuerza mayor, no hay un cataclismo en Argentina que lo justifique.



- Las relaciones internacionales son una facultad privativa del Presidente de la República y de la Cancillería, pero ¿qué sugerencia le haría usted?
- Yo creo que aquí existe un cierto descuido, desaprensión respecto a América Latina. La atención se ha puesto básicamente en lograr acuerdos comerciales con Estados Unidos, México, Europa y Corea. Eso es fundamental, pero Chile no es una Sociedad Anónima, Chile es un país político, que tiene la necesidad de tener socios y amigos. Esa parte no se ha desarrollado. Antes los ministros viajaban, los presidentes se juntaban. Ahora, hay una sequedad de parte de Chile al vecindario, a los países latinoamericanos. Entonces, tenemos mucho prestigio en Naciones Unidas, en Francia, Alemania y Estados Unidos. Pero en América Latina tenemos que hacer un esfuerzo muy grande. Si somos un país mejor desarrollado, tenemos que hacer un esfuerzo de integración, de dar servicios o becas, tener una política muy activa. En la actualidad, estamos pagando las consecuencias de una cierta desidia, despreocupación con el barrio, que está en malas condiciones. Perú está en malas condiciones políticas, Bolivia en malas condiciones económicas. ¿Por qué no hemos hecho un gran movimiento en los Bancos Internacionales para crear respecto a los países pobres de América Latina un gran movimiento financiero, de ayuda tecnológica? Así se salvó Europa, así fue la alianza por el progreso. Yo no estoy sólo preocupado por Chile, sino también porque la situación de Venezuela, que tiene una crisis profunda, no solamente por la actitud del señor Chávez. Él es la expresión de una sociedad muy rota. Colombia, por su parte, está en guerra civil, Ecuador está en condiciones graves. Con este análisis hay que hacer un esfuerzo para mejorar la condición. Pertenecemos al barrio y sufrimos por ende sus trastornos, por eso, la política hay que pensarla. Ahí debe actuar el Ejecutivo, el Parlamento, los empresarios, las universidades para cooperar en solucionar estos problemas.


- Respecto a la posición que debe adoptar Chile frente a la situación de los Derechos Humanos en Cuba. ¿Qué opinión le merece el lobby de Estados Unidos para buscar la condena de Cuba?
- Creo que el problema de Cuba no lo maneja Estados Unidos, al contrario EE.UU. ha cometido las peores políticas respecto a Cuba. El afán más dañino de la política internacional del mundo ha sido el del senado estadounidense, porque ha impuesto sanciones a Cuba que han sido factores decisivos para su aislamiento. Entonces, no me parece que Estados Unidos organice y logre apoyos para una condena a Cuba, en circunstancias que hacia Cuba existe un bloqueo. Creo que América Latina debe hablar con Fidel Castro y decirle que los países de la región respetamos a Cuba, pero le exigimos que tenga un mínimo, un creciente proceso de respeto a los DD.HH. En América Latina, no podemos tolerar que países como Cuba, donde algunos que quieren volver a la democracia, sean castigados y detenidos. Eso atenta contra la concepción del respeto a los derechos humanos. Sin embargo, en Naciones Unidas no se condena a otros países peores que Cuba, aquí hay un problema entre Cuba y EE.UU. que no es problema nuestro.


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