Respecto a los Derechos Humanos...

"Porque nadie es perfecto....
quiero ser excepcional"
--Erika G.


¿Pueden los derechos humanos promover el relativismo cultural? (4ta. y última parte)

Adicionalmente, se plantea la necesidad de dar un alto rango de discrecionalidad a los jueces para que no sólo cumplan la labor de aplicar la ley, de manera tal que, como fruto de un estudio más profundo y abierto a las diversas posturas y contextos de los actores involucrados en la situación a la que se enfrentan, apliquen las herramientas jurídicas pertinentes que les permitan tomar la decisión más justa posible.

Infortunada (¿o afortunadamente?), la cultura siempre será, al igual que los derechos humanos, multidiscursiva. El problema se presenta cuando se hace necesario interpretar los derechos humanos conforme a la cultura de los sujetos de protección, y dicha cultura no se ajusta a las interpretaciones o definiciones adoptadas por las instituciones, organizaciones y tribunales encargados de la promoción y protección de los derechos humanos.

A nivel del Hemisferio se han presentado algunos casos de violaciones a los derechos humanos, en los que los jueces han tenido que optar por la aplicación de interpretaciones inmodificables de los derechos frente a ciertos sujetos de protección, en razón de su naturaleza. La mayoría han recaído sobre sujetos de protección claramente distinguibles, y los Tribunales han tenido que, por ejemplo, darle una interpretación colectiva al derecho de propiedad [12] (frente a comunidades indígenas), o han ordenado entregar reparaciones frente a una cultura de carácter matriarcal [13].

Las interpretaciones inmodificables hacen parte de las narrativas, del lenguaje, y en consecuencia de la identidad. La protección de los derechos humanos, desde esta perspectiva, puede convertirse en un discurso de dos vías: uno que intente la creación de una identidad común, en perjuicio de la conservación de la diversidad, o uno más sano y respetuoso de la cultura que, mediante el análisis caso por caso de las violaciones a los derechos humanos, permita una constante y progresiva construcción de nuevas narrativas e identidades dentro del continente. Sólo una de estas dos alternativas es la que permitirá eliminar la posición según la cual, los derechos humanos son un simple discurso del poder.


Fin del ensayo.

Escrito por Mónica Andrea Tangarife Pedraza y Juana Inés Acosta López. Se publicó en la revista Cauces. Expresión de los estudiantes de la Facultad de Derecho, UNAM. Año IV, Núm. 12-13, Octubre de 2004-marzo de 2005, México, UNAM, pp. 36 a 42. revistacauces@hotmail.com.